Quiero ser Fotografo... ¿seguro..?
La verdad es que no recuerdo como llegue a este link, pero la verdad es que me impactó mucho, me hizo ver que no siempre todo es como lo pintan. La verdad es que fué un buen rato de lectura divertida, espero que os guste al menos tanto como a mí..... que soy un mal fotógrafo pero un buen aficionado a la fotografía....... Lo cierto es que encaja a la perfección con el esfuerzo de Xavi para que todos seamos capaces de liberar el artista que llevamos dentro..
Trabajar para National Geographic
Hace años, cada vez que veía las fotografías de cualquier ejemplar de la revista National Geographic, acudían a mi mente esta serie de pensamientos: "guauuu, ¡que fotón!", "claro es que en ese sitio hace buenas fotos cualquiera" y "jo, que envidia, yo quiero ir ahí". Más tarde comprendí que aunque el entorno ayuda, si no se es un buen fotógrafo lo demás no sirve de nada; pero aún así, no he logrado de deshacerme de la -sana- envidia por tan privilegiada profesión. Probablemente, el 99% de vosotros opine lo mismo, por lo que me ha parecido buena idea iniciar un plan intensivo de desintoxicación... espero que os ayude.
Resulta que el número de Agosto de National Geographic incluye un reportaje sobre la región brasileña del Pantanal titulado Agua y Barro, y cuyas fotografías (excelentes como de costumbre) están realizadas por Joel Sartore, un tipo con bastante sentido del humor que ha aprovechado la sección NGS en Acción para relatar algunas de sus experiencias durante este trabajo:
Me alojo en una explotación ganadera donde las ranas arborícolas viven en el lavabo. Los agujeros de mi pierna podrían deberse a un parásito carnívoro, y mi ayudante, Daniel de Granville, ya ha tenido que ser evacuado en avioneta al hospital a causa de una infección en la cabeza. Cuando regresa parece que se encuentra mejor. Por lo visto tiene un gusano en el cuero cabelludo que sólo se muestra activo una parte del día. Propuse a Daniel emborracharnos juntos y quitarle al inquilino con mi navaja, pero rehusó. No llevamos aquí ni una semana.
El ciclo vital Lo que parece lluvia al llegar el crepúsculo es en realidad una nube de bichos tan densa que no ves nada. Hay vida en todas direcciones. Se forman caóticos remolinos de murciélagos que dan caza a los bichos; hay tantos murciélagos que realmente puedes olerlos. (...)
El piloto El apodo del piloto con el que sobrevuelo la maleza es Lilique. Nuestro avión tiene grietas por todos lados, y siempre huele como si se estuviera incendiando. En pleno vuelo tenemos que pulsar un botón en el exterior del aparato para poner en funcionamiento los alerones. Pero no siempre; sólo cuando es preciso efectuar giros o aterrizar. (...)
Las nutrias Nos dejamos llevar río abajo y deseo detenerme para tomar una foto de las nutrias gigantes. No tenemos ancla, por supuesto, de modo que me agarro desesperadamente a los arbustos espinosos y a las enredaderas de la orilla. (...) Las nutrias no quieren saber nada del sudoroso tipo blanco que sacude las plantas de la orilla. No puedo culparlas, pues resulta que algunas de esas plantas son tóxicas. A mí me produjeron una erupción en las palmas de las manos, una magnífica colección de ronchas rojas y ardientes con formas geométricas: nueve circulares y una cuadrada.
Las cámaras-trampa(...) Combinas una cámara fotográfica, flashes y cinta aislante dentro de cajas estancas y bolsitas de plástico, y lo atas todo con cable para que parezca el gran lío que realmente es. Entonces lo cuelgas de los árboles y añades más cables a un dispositivo disparador de infrarrojos. Se supone que este artilugio le dice a la cámara cuándo ha de tomar una foto. A menos que llueva. O que haya humedad. O que haga viento. O que luzca el sol. O que no. Ya se hacen ustedes una idea...
Las garrapatas Las garrapatas del Pantanal pueden ser desde las más grandes que existen, las que te pican tan fuerte que no puedes creértelo, hasta las más pequeñas, que parecen infiltrarse en cada poro de tu cuerpo sencillamente porque pueden. Éstas son difíciles de ver pero sabes que están ahí y te rascas hasta producirte una infección.Ahora mismo acabo de recibir dos grandes mordeduras en la parte baja de mi pierna derecha que se cubrirán con una costra, y solo espero que se deban a las garrapatas. Me asusta que pudieran significar el retorno de Leishmania, el parásito carnívoro que contraje cuando cubría un reportaje en Bolivia para la revista hace unos años. El tiempo dirá.
¿Os sentís mejor ahora desde vuestros cómodos hogares? Probablemente no. Si vuestro caso es agudo seguro que seguís deseando trabajar para la revista ¿verdad? No os culpo, imagino que al final son esas cosas las que hacen esta profesión interesante.
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+ [ ACTUALIZACIÓN ]
Self ha incluido un comentario a este post que creo mas que justificado incluirlo como parte propia del articulo .... una vez mas 'brillante' Xavi....
Self dijo...
Después de leer el artículo me vino a la cabeza la historia de un fotógrafo y su instantánea más famosa. Pero mi mente tiene una capacidad limitada para recordar cosas (para el resto, tenemos Google).
Hoy he tenido un ratito y he buscado en Google hasta encontrar el nombre de aquel fotógrafo: Kevin Carter. Su fotografía de un buitre esperando la muerte de un esquelético bebé somalí le valió el Pulitzer en el 94, pero le costó la vida. Cuatro meses después, se suicidó.
(dann) Para saber mas sobre Kevin y las opiniones sobre lo "humano" de su obra, puedes pasar por aki, encontrarás un interesante debate sobre la " moral "
del fotógrafo...te muestro un extracto:
Antes de que se viertan mas críticas desafortunadas e injustas sobre la persona de Kevin Carter me gustaría hacer unas cuantas aclaraciones.
Esa foto no se tomó en Somalia (país con el cual en occidente identificamos toda situación famélica, pero hay mas, muchos mas), se tomó en el sur de Sudán.
Carter formaba parte de un grupo de reporteros que se adentraron con muchas dificultades en esa parte del país junto a organizaciones de ayuda humanitaria.
La niña, al contrario de lo que nos guste suponer, no estaba sola, estaba junto a otro grupo de niños bien vigilados por sus madres mientras éstas recogían agua a escasos metros, la de esta niña entre ellas.
Carter no fue consciente de la foto hasta que la reveló, nunca buscó esa instantánea.
Kevin Carter fue un excelente reportero de guerra que ayudó como pocos a acercar al resto del mundo las barbaridades cometidas por el apartheid sudafricano.
En el caso de esa foto, colaboró enormemente a hacer pública y notoria la grave situación que atravesaba ( y sigue atravesando) Sudán.
Y sí, por último, se suicidó. En parte por las constantes críticas que le hacía por haber tomado esa foto, por el millón de veces que le preguntaron si ayudó o no a esa niña que ni siquiera vio. El suicidio incide por encima de la media en este colectivo que se sitúa en primera línea no porque les guste el olor a pólvora, si no para que TÚ te enteres, al menos un poco, de lo qué está sucediendo.
3 Comments:
Después de leer el artículo me vino a la cabeza la historia de un fotógrafo y su instantánea más famosa. Pero mi mente tiene una capacidad limitada para recordar cosas (para el resto, tenemos Google).
Hoy he tenido un ratito y he buscado en Google hasta encontrar el nombre de aquel fotógrafo: Kevin Carter. Su fotografía de un buitre esperando la muerte de un esquelético bebé somalí le valió el Pulitzer en el 94, pero le costó la vida. Cuatro meses después, se suicidó.
Wow! he quedado impactado con ambas historias...
En realidad uno que se dedica como aficionado a la fotografía en un "amable ambiente urbano" (las comillas es porque acá, en Chile, siempre está el riesgo del robo) desprecia fácilmente el trabajo en aquellos parajes.
Sólo me queda una duda, como es que Carter tomó la foto sin darse cuenta?
y otra coas, NGeo pagará lo suficiente como para correr esos riesgos?
Yo creo que al decir que tomo la foto sin darse cuenta seria como decir que el no sabia el impacto o las consecuencias que le llevaria publicar la foto y mucho menos la reaccion y los cuestionamientos de los que la vieron.
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